Comenzó repasando los datos que muestran la creciente importancia del turismo como motor económico a nivel mundial, aunque matizó que en muchas ocasiones la mayoría de los ingresos van a parar a manos de unos pocos, uno de los puntos que tratan de evitar en el Laboratorio de Geoecología del Paisaje y Planificación Ambiental (LAGEPLAN) el cual dirige, dentro del Departamento de Geografía de la Universidad Federal de Ceará (Brasil).
También realizó un recorrido por la gran diversidad etnias, culturas y atractivos que tiene su país de cara al aprovechamiento turístico. Una riqueza que hay que conservar a toda costa. En su opinión, la clave es facilitar la participación e involucrar desde el principio a las comunidades locales. Para que el plan de desarrollo turístico sea un éxito, la población local debe participar en la toma de decisiones desde el principio y durante todo el proceso de redacción y ejecución del plan.
En muchas ocasiones, son las propias comunidades las que acuden a fuentes externas en busca de una forma de obtener ingresos. Sin embargo, les debe apoyar para que puedan rentabilizar sus recursos. Por ejemplo, facilitando que los productos que se vendan a los turistas sean producidos por las comunidades locales.
Otro aspecto clave son los impactos ambientales y socioculturales que el turismo mal gestionado puede provocar. Da Silva expuso ejemplos de cómo las influencias externas en algunos casos, además de ingresos, llevaron a las comunidades indígenas drogas, alcohol, prostitución, pérdida de los valores tradicionales, etc.
Así mismo, se deben minimizar los impactos ambientales que las construcciones e infraestructuras turísticas puedan provocar, persiguiendo la integración paisajística y arquitectónica, y evitando modelos homogéneos importados de otros lugares.

Respecto a la conservación ambiental, tal como a veces se entiende en Occidente, matizó que –junto con el turismo mal gestionado y la propia presión inmobiliaria debida al crecimiento de las ciudades- ha sido en ocasiones causa de conflictos con las etnias locales, por ejemplo al declararse zonas protegidas o parques nacionales áreas que eran territorio ancestral de comunidades indígenas.
Tras la charla, finalizamos con un turno de preguntas y debate en el que los alumnos y profesores de Turismo y ADE manifestaron sus inquietudes y comentaron otros ejemplos similares a los vistos en la conferencia en los que se trata de conseguir un turismo más sostenible social y ambientalmente.
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