miércoles, 18 de noviembre de 2015

Participación en el X Congreso de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica

Entre los días 13 y el 14 de noviembre se celebró en Barcelona el X Congreso de la Asociación Nacional de Bioética (AEBI). La Universidad Internacional de Cataluña (UIC) acogió la décima edición de este evento bianual, que en esta ocasión llevaba el título “Neuroética. Yo vulnerable”, y que en términos generales abordaba el modo en que debe orientarse la investigación neurocientífica en seres humanos, cómo afecta a la ética y cómo se puede promover el cuidado de los más vulnerables desde esta perspectiva.

La inauguración del congreso corrió a cargo de la presidenta de la AEBI, Dña. Natalia López Moratalla, que explicó las principales motivaciones que llevan a la AEBI a seguir con su trabajo, más importante que nunca hoy en día, en este mundo lleno de cambios vertiginosos. En la misma sesión de bienvenida, Dña. María Victoria Roqué, presidenta del congreso, introdujo la temática del mismo ante las nuevas éticas que surgen sobre la identidad de la persona y la controversia sobre qué es o no lícito hacer a la hora de intervenir sobre los seres humanos. Finalmente, el Vicerrector de la UIC destacó que aunque en el futuro es probable que las máquinas hagan muchas cosas que ahora hacemos nosotros, hay que tener muy claro lo insustituible de la persona, como la capacidad de establecer un diálogo reconociendo la inteligencia del otro, o la capacidad de buscar la verdad y el bien.


El primer bloque del evento (Perspectivas Generales de la Neuroética), comenzó con la ponencia del profesor Alfredo Marcos (Universidad de Valladolid) titulada “Neuroética y vulnerabilidad”, quien en su intervención habló de la emergencia de “nuevas éticas” como la denominada neuroética, que en algunos casos pretenden sustituir a las éticas tradicionales cuando, en su opinión, lo que deberían hacer es tender a la cooperación. A su juicio, ese intento de sustitución está basado en una concepción reduccionista del ser humano, pero las neurociencias deberían conservar su identidad científica y la ética debería hacer lo propio con su esencia. En todo caso, puede darse una colaboración de ambas en lo que podría ser la neuroética. Pero, como aspecto positivo, destacó que algunas propuestas incluidas en la denominada neuroética pueden tener su utilidad si contribuyen a enriquecer la ética de la vulnerabilidad, ayudándonos a conocer nuestro lado vulnerable y superarlo.

A continuación, la Dra. Natalia López Moratalla (Presidenta de la Asociación Nacional de Bioética), nos mostró los resultados de distintos trabajos que exploran la dotación ética del cerebro. Tras una sesión múltiple de comunicaciones libres simultáneas en cuatro salas dedicadas a temas variados, el bloque de la tarde titulado Ética neurológica comenzó con una conferencia a cargo del profesor Francesc Torralba, quien disertó acerca de si los seres humanos estamos determinados totalmente por nuestra biología o si por el contrario somos seres libres. Según comentó, algunos planteamientos de las neurociencias defienden que todo en nosotros depende de la biología, mientras otros muchos pensadores exponen que, a pesar de los procesos bioquímicos subyacentes, el acto humano de la libertad no puede explicarse en último término únicamente como la resultante de factores biofísicos. Este reduccionismo es especialmente grave porque elimina un aspecto fundamental de la dignidad humana. También destacó que hoy en día es más necesario que nunca el diálogo interdisciplinar, pero en igualdad de condiciones, sin que unas disciplinas traten de imponer su visión basándose en una pretendida certeza científica que ignora o pretende reducir al absurdo conceptos tan importantes como conciencia, yo, acto, libertad, etc. Porque este determinismo en concreto tiende incluso a ir más allá del dato científico.

Posteriormente, la profesora italiana M.T. Russo expuso su trabajo titulado “Dignidad y ética del cuidar en las enfermedades neurodegenerativas”, en la que criticó el Fordismo en la asistencia sanitaria, basado únicamente en resultados como: número de pacientes atendidos, número de hígados transplantados, etc. Según su criterio, cuanto más avanza la tecnología, más cuidado hay que tener (la paradoja de Ícaro) y más atención hay que prestar a la dimensión humana del cuidado de los enfermos, pues muchos experimentos entre los que se encuentran los suyos demuestran que el afecto y la atención personalizada a los enfermos incrementa muy notablemente su calidad de vida, e incluso en muchos casos contribuye a mejorar su estado de salud. Por otro lado, reivindicó el respeto a la capacidad de decidir del enfermo, apuntando que los médicos y enfermeras deben evitar tratar a los pacientes como máquinas a las que hay que "hacer el mantenimiento". La tarde del primer día terminó con una nueva sesión múltiple de comunicaciones cortas libres en cuatro salas.

Entre las sesiones del sábado 14 de noviembre, cabe destacar la participación en el congreso de D. Jaime Mayor Oreja, que impartió la conferencia “La Federación Europea One of Us y la protección de la Vida en Europa”. En la primera parte de su intervención, Mayor Oreja realizó un agudo análisis de los principales males de nuestra sociedad, que a su juicio está perdiendo los cimientos, con el principal objetivo del dinero como centro de las vidas de la gente. Respecto a la tan mencionada “crisis económica”, incidió en la idea de que la verdadera crisis es la de la persona, es una crisis cultural, lo cual se traslada a todas las instituciones, especialmente a la de la familia. Así, las instituciones que más directamente tienen que ver con la persona son las que más sufren. Y ello conlleva que se está creando un vacío de valores en la sociedad que se va cubriendo por posiciones extremas y violentas, como lamentablemente hemos podido ver recientemente. Y criticó a su vez el papel de los medios, que en su criterio son “causa y efecto”, en un momento en el que cada vez tenemos más cifras, más información, pero menos ideas.


En la segunda parte de su intervención, el ponente habló de la Federación One of Us de la cual es presidente, explicando los principales objetivos de esta institución internacional y la labor que realiza. En su exposición se constató la importancia de este tipo de instituciones en tanto defienden el derecho a la vida, que no es cualquier derecho, sino el derecho por excelencia. A su vez, la familia no es cualquier institución, sino la institución por excelencia. En su opinión, el debate en el que está inmersa One of Us no es cualquier debate: es el debate de nuestro tiempo. Porque la familia es la garante de la verdad y el bien en último término, y si esta institución se resquebraja, no es posible construir una sociedad buena. El ponente también criticó a algunos organismos internacionales que lamentablemente están alejados de la atención a la persona, y tan sólo fomentan la “socialización de la nada, las modas dominantes”. Y, peor aún, no se esfuerzan por tratar de cambiar el rumbo hacia el que se dirige el mundo de nuestros días. A nivel personal, indicó que existe una tendencia a la pasividad, al “ponerse de perfil” ante los problemas, y abrazarse al relativismo… con lo que cualquier cosa vale. Pero, lejos de fomentar la sensación de derrota y los pensamientos negativos, el ponente quiso terminar su charla con un guiño al optimismo, relatando una anécdota que le sucedió a la Madre Teresa de Calcuta: se encontraba en la India con un sacerdote que se quejaba de todo, no veía más que problemas, era la negatividad en persona, creía que el mundo era una catástrofe sin solución; y le preguntó a Santa Teresa “¿qué podemos hacer?, ¿por dónde empezamos”; a lo que ella respondió “¿por qué no por usted… y por mí?”. Con ello, Mayor oreja quiso dejar claro que el cambio es posible y en cierto modo ya se está produciendo. Es un cambio que debe comenzar por el nivel personal y continuar por la familia, para trasladarse posterior y paulatinamente al resto de nuestro entorno.

Finalmente, entre las actividades de la tarde del sábado tuvo lugar la Asamblea General de la Asociación Española de Bioética, en la que su directora, Dña. Natalia López Moratalla, y el secretario de la Cátedra de Ética Ambiental, Mario Burgui, anunciaron a los asistentes la preparación del XI Congreso Nacional de Bioética y el I Congreso Nacional de Ecoética para octubre de 2017. Ambos eventos se realizarán de forma consecutiva en Alcalá de Henares y contarán con una temática general dedicada a la ética ecológica y humana, con el objetivo de fortalecer los vínculos que unen a la bioética con la ecoética, en un evento multidisciplinar y abierto a la participación de profesionales de los más diversos ámbitos.

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