El profesor Mateo resaltó que en el turismo, como en otras actividades, es necesario sustituir la idea de dominio sobre la naturaleza por la de adaptación a las condiciones del entorno. En este sentido, es especialmente llamativa la pérdida de arena que ha hecho retroceder la línea de costa y que ha ocasionado que algunas construcciones estén ahora literalmente bañadas por el mar y cayéndose a pedazos. Todo ello genera distintos conflictos más allá de lo ambiental, como el hecho de que en estos lugares el gobierno cubano pretenda desalojar a los pobladores, mientras éstos se resisten a abandonar sus casas.
Otro tipo de dilema es el económico, pues ocurre que debido a la entrada de divisas que conlleva el turismo, se da la paradoja de que muchos camareros de restaurantes ganan cuatro veces más que catedráticos, médicos y otro tipo de altos funcionarios del estado.
En el debate, que acogió más preguntas que en otras ocasiones, además de por el sector turístico los asistentes se interesaron por el futuro de Cuba, ante el anuncio del restablecimiento de relaciones con los EEUU. Según el ponente, los cambios van a ser más lentos de lo que la opinión pública internacional anuncia, y a su modo de ver bajo un estricto control del gobierno cubano. En lo que al turismo se refiere, se espera un aumento notable de turistas norteamericanos a lo largo de este año, y quizás para 2017 puedan atracar en Cuba los primeros cruceros de compañías estadounidenses.
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