El pasado 12 de mayo finalizó el ciclo de seminarios sobre ética
ambiental que la cátedra ha organizado durante este curso académico 2014/2015. En el mismo se ha invitado a expertos de diversos ámbitos relacionados más o menos
directamente con dilemas ambientales de nuestros días, con el objetivo de
buscar y clarificar la relación que la ética ambiental tiene con dichos ámbitos.
En la última conferencia, titulada “Ética y Medicina
Ambiental: el décimo paradigma”, la Dra. Pilar Muñoz-Calero comenzó hablándonos
de su propia historia personal y cómo el padecimiento de una grave enfermedad
con claras causas ambientales le llevó, tras su recuperación, a dedicar su vida
al estudio y divulgación de la Medicina Ambiental.
Posteriormente, la doctora nos introdujo a esta disciplina, comentando lo que podría considerarse una obviedad pero que actualmente nuestra sociedad parece haber olvidado: es absurdo pensar que nuestro cuerpo no interacciona constantemente con todo lo que le rodea. Y en nuestras sociedades modernas, en general nos rodean multitud de sustancias sintéticas que son ajenas a la vida y ante las cuales nuestro cuerpo experimenta un rechazo, aunque también pone en marcha sus mecanismos de defensa. Sin embargo, en algunos casos la carga corporal de contaminantes es tal que un pequeño añadido más suele desencadenar reacciones agresivas y enfermedades graves.
Sobre ello, la doctora nos indicó que cada vez se está
evidenciando la existencia de un mayor número de enfermedades relacionadas con
los contaminantes que hay en el medio, fundamentalmente afecciones crónicas,
degenerativas, inflamatorias y de hipersensibilidad. Al parecer, el número de
afectados está creciendo exponencialmente.
Respecto al diagnóstico que los especialistas realizan, nos
indicó que es específico de cada caso. Se trata de una evaluación exhaustiva
que incluye investigar el entorno del afectado, su casa, su lugar de trabajo,
sus antecedentes familiares (pues algunos contaminantes pueden pasar de padres
a hijos), etc. Como se ve, no es un diagnóstico fácil, ni tiene una cura cómoda
en forma de pastilla. Como ejemplo práctico, la doctora completó la ponencia con
una consulta figurada a un miembro del público que participó como voluntario.
La solución pasa por un cambio de hábitos total, incluyendo
por supuesto los patrones de consumo (también de medicamentos), alimentación, costumbres, etc. En
conexión con la ética ambiental, manifestó que en su opinión hoy en día debemos redefinir
el concepto de “necesario”, porque realmente hay pocas cosas realmente necesarias. Y el
consumo desmedido actual no sólo nos afecta ambientalmente, económicamente o
socialmente -de forma más o menos directa-, sino sobre todo deteriorando
nuestra salud. En este sentido, indicó que existe una responsabilidad
individual, pero también de las autoridades y demás organismos, faceta en la cual
también trabajan desde la fundación que preside la doctora, y que organiza el próximo "Congreso de Medicina Ambiental 2015", a celebrarse entre el 5 y el 7 de junio en Brunete (Madrid).
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