Entre los días 18 y 20 de julio tuvo lugar el cuarto curso de verano organizado por la Cátedra de Ética Ambiental “Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno - Universidad de Alcalá”, que en esta ocasión se celebró en el Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM), situado en la localidad segoviana de Valsaín.
El seminario llevaba por título “Valores ambientales. Fundamentos y consecuencias”, resumiendo los dos bloques temáticos principales que iban a ser tratados: un primer bloque teórico sobre los fundamentos filosóficos y teológicos de la conservación ambiental, y un segundo bloque más práctico, con ponencias que incluían experiencias reales de conservación ambiental y búsqueda de la sostenibilidad en distintos sectores socioeconómicos. Así mismo, continuamos con el trabajo de casos prácticos sobre ética ambiental, actividad que ya se ha desarrollado en ediciones anteriores del curso y también de la asignatura Ética Ambiental, que se imparte desde esta cátedra en la Universidad de Alcalá.
El curso estaba dirigido tanto a estudiantes de grado y postgrado interesados en cuestiones ambientales, como a profesionales del sector, y contó con hasta 32 alumnos de diversas disciplinas (Biología, Filosofía, Ciencias Ambientales, Ingeniería, Geografía, Historia del Arte, Pedagogía…), así como con profesionales de otras ramas (como Arquitectura y Derecho) y algunos oyentes del Ministerio de Medio Ambiente.
LUNES, 18 DE JULIO DE 2016
La inauguración del curso corrió a cargo del director de la cátedra, D. Emilio Chuvieco, quien presentó a los asistentes las principales líneas de trabajo que se han desarrollado en los últimos años desde esta institución. Posteriormente, el profesor Chuvieco impartió la primera ponencia del seminario, titulada “Ética Ambiental. Razones para la conservación de la naturaleza”, en la que en primer lugar planteó la cuestión de la conservación de la naturaleza en nuestros días, cuando parece que “lo ecológico” está aceptado por todos. Sin embargo, como muestran los datos de algunos estudios (entre los cuales se incluyen los realizados por esta cátedra), las manifestaciones de conocimiento sobre los problemas ambientales no suelen traducirse posteriormente actitudes prácticas hacia la conservación ambiental. A continuación, el ponente reflexionó sobre qué se entiende realmente por naturaleza hoy en día y qué es lo que verdaderamente hay que conservar, planteando a continuación la pregunta del “porqué” y qué actitudes se deben derivar de ello. Finalmente, el profesor Chuvieco realizó una presentación de los casos prácticos que serían estudiados por los alumnos y la metodología de trabajo recomendada.
La segunda sesión del curso llevó por título “Filosofías para el cuidado y preservación de la naturaleza”, y fue conducida por la profesora Carmen Velayos (Universidad de Salamanca). En ella, la ponente analizó la crisis ambiental de las últimas décadas como problema moral, y repasó los principales fundamentos filosóficos relacionados con la conservación de la naturaleza, haciendo hincapié en las nociones de “seguridad” y “cuidado”, proponiendo una conciliación entre las mismas y una actitud de “sobriedad voluntaria” (entendida ésta como reducción del consumo, reutilización, reparación y gobernanza).
Tras el descanso del café tuvo lugar la sesión “Tradiciones espirituales y conservación ambiental”, conducida por el Dr. Josep Maria Mallarach (Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza/Asociación Silene). En ella, el ponente llevó a cabo un repaso general de las principales tradiciones espirituales de la humanidad, tanto orales como escritas (Indigenismo, Hinduismo, Budismo, Cristianismo, Islamismo), deteniéndose en las respuestas que dichas tradiciones pueden aportar a los retos actuales de conservación ambiental a los que nos enfrentamos.
Mallarach destacó las enseñanzas comunes que todas ellas recogen y cuyos preceptos pueden ser de utilidad en la lucha contra la degradación ambiental y el cambio climático, concluyendo que es indispensable una cooperación entre todas las religiones y la ciencia para afrontar el desafío ambiental.
Posteriormente tuvo lugar una sesión de trabajo libre sobre casos prácticos, en la que los alumnos se dividieron en distintos grupos y comenzaron a trabajar en el caso que se les había asignado.
Por la noche tuvo lugar una sesión nocturna de experiencias vivenciales, en la que D. Josep Maria Mallarach nos explicó las características de la vida de los denominados “custodios de la creación”, como por ejemplo los monjes ortodoxos del Monte Athos en Grecia. En este lugar, al igual que en muchos otros gestionados por custodios de distintas tradiciones religiosas, se alcanzan valores de conservación ambiental inmejorables. Así mismo, Mallarach narró sus vivencias con algunas tribus de Norteamérica y nos introdujo en los ritos y plegarias que sus integrantes practican para la conservación de la naturaleza.
MARTES, 19 de julio 2016
Al día siguiente retomamos las ponencias con la sesión titulada “Ética y cumplimiento: la gestión de la responsabilidad ecológica en la industria”, a cargo del Catedrático de Ética de la Universitat Jaume I, Domingo García Marzá. El ponente comenzó explicando algunas nociones básicas sobre ética y ética aplicada, destacando sus potencialidades de cara a la conservación ambiental en distintas dimensiones. Seguidamente se centró en cómo las empresas pueden incorporar una gestión ética que redunde en una actividad productiva más respetuosa ambientalmente, y explicó distintos casos reales en los que su equipo ha trabajado en los últimos años.
En este sentido, destacó que dicha incorporación ética debe ir más allá de la RSC, superando el mero "maquillaje ambiental". Así, al margen de las propias memorias de RSC, Marzá propuso la incorporación de algunas herramientas que pueden contribuir a que la actividad de la empresa sea más ética ambientalmente, como por ejemplo: Códigos Éticos, Comisiones de Ética (con miembros externos a la empresa, como ONG y asociaciones de vecinos), Líneas de Consultas y Denuncias (que son anónimas y tienden a recoger avisos sobre incumplimientos o vulneración de normas ambientales), además de Auditorías Éticas.
La segunda sesión de la mañana llevaba por título “Buenas prácticas ambientales en la actividad agropecuaria” y fue conducida por D. Alberto Navarro (Asturias Sostenible). El ponente comenzó realizando una rápida revisión global de la situación ambiental, con énfasis en la importancia que las actividades agropecuarias tienen en la conservación ambiental y lucha contra el cambio climático (tanto sus puntos positivos como los impactos que pueden provocar si no se realiza una adecuada gestión de las mismas). En esta línea, destacó las amenazas que sufre el sector agropecuario, como por ejemplo la homogeneización, pérdida de variedades de cultivos, etc. A continuación presentó la organización “Asturias Sostenible”, que él mismo coordina, explicándonos los motivos de su creación y sus principales fines, entre los que cabe destacar: la lucha contra el despoblamiento rural, el desprestigio sector primario y la falta de relevo generacional, la falta de asociacionismo y coordinación en el sector, la pérdida identitario-cultural y la pérdida de agrobiodiversidad. Así, Navarro explicó de forma detallada cómo la consecución de estos fines redunda en una mejor conservación ambiental del medio rural.
La siguiente sesión, titulada “Consumo responsable” estuvo conducida por Iñaki Gómez y Alberto Cruz, de las cooperativas Heliconia y Verdeo. Primeramente, los ponentes repasaron los conceptos de “comercio justo”, “agricultura ecológica”, “Kilómetro 0” y “canal corto de comercialización” entre otros, y explicaron los criterios que deben seguirse para la creación de un grupo de consumo responsable, algo que todos podemos hacer en nuestra ciudad, pueblo o barrio: la sostenibilidad ambiental del producto (cercanía, certificación ecológica, compra a productores certificados en entornos degradados, a mercados de custodia del territorio, denominaciones de origen, etc.); la sostenibilidad social (cooperativas, empresas familiares, relación directa con productores, canales de producción más justos y participativos, etc.); sin renunciar a la búsqueda de calidad organoléptica, nutricional y sanitaria del producto, que normalmente en estos canales suele ser muy alta. Los ponentes dirigieron una breve sesión práctica en la que los alumnos discutieron por parejas los criterios de creación de su grupo de consumo.
En segundo lugar, destacaron que no sólo la alimentación puede ser ética y responsable, sino también otras formas de consumo, en telecomunicaciones, banca, energía, ropa, medios de comunicación y multitud de servicios. En definitiva, nuestro consumo en casi cualquier aspecto, realizado de forma responsable, puede contribuir a la conservación ambiental.
Finalmente, los ponentes explicaron con más detalle el mercado de la Custodia del Territorio (CdT) en nuestro país, comenzando por las características de la CdT como modo de gestión del territorio, y sus potencialidades de cara a la conservación ambiental, presentando algunos ejemplos, como la marca registrada de “Custodia Agraria”.
Las sesiones de la tarde comenzaron con la ponencia “Ética ambiental en la administración pública”, a cargo del profesor D. Juan De la Riva (Universidad de Zaragoza). En ella, tras una síntesis de las causas de la problemática ambiental, el ponente tomó como ejemplo los Montes de Valsaín para mostrar cómo la evolución de las distintas visiones en la gestión pública (en este caso, la gestión forestal) ha afectado decisivamente a la conservación ambiental. En este sentido, presentó nuevos métodos que actualmente se están utilizando para alcanzar una gestión sostenible de los bosques. En segundo lugar, el profesor De la Riva reflexionó sobre el tipo de ética que debe aplicarse en la gestión pública en nuestros días, considerando que los problemas ambientales no se pueden solucionar exclusivamente con medidas científico-técnicas.
Por último, el ponente presentó un caso real de mediación y participación pública en un conflicto social: el PORN del Parque Natural de los Valles Occidentales del Pirineo Aragonés, y explicó los orígenes y fines del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, un órgano colegiado, consultivo y de participación en materia de protección de la naturaleza y de utilización racional de sus recursos.
La siguiente sesión de la tarde fue conducida por Dña. Gala Fombella (Green Building Council España), y llevó por título “Medir, evaluar y certificar la sostenibilidad en la edificación”. La ponente destacó, entre los distintos desafíos ambientales a los que nos enfrentamos, el de garantizar la habitabilidad sostenible para las personas, ante las predicciones de crecimiento de la población que estiman un mínimo de 10.000 millones de habitantes para finales del siglo XXI. Pero algo no menos importante es que el crecimiento ocurrirá mayormente en los asentamientos urbanos, por lo que en 2050 habrá más personas viviendo en ciudades de las que había en todo el planeta a principios de este siglo. Para poder satisfacer esta demanda, las necesidades de recursos por parte del sector de la construcción crecerán dramáticamente, así como el consumo de energía y las emisiones asociadas.
Con esto, la ponente presentó a grandes rasgos el impacto que tiene la edificación sobre: territorio, recursos, residuos, movilidad, cambio climático y energía, economía y sociedad, etc. Sin embargo, para cada uno de estos puntos, Fombella explicó las estrategias y soluciones que se pueden adoptar en el camino hacia una edificación sostenible que minimice los impactos negativos (tanto ambientales como sociales). Para ello, puso ejemplos concretos que se dan en nuestro país, como el primer edificio de viviendas con la certificación de edificación sostenible “LEED Platino” en España, promovido por una cooperativa que decidió apostar por la sostenibilidad.
A continuación los alumnos dispusieron de tiempo libre para el trabajo en los casos prácticos y seguidamente tuvieron lugar dos actividades opcionales. En primer lugar, una excursión por la pradera de Valsaín para poder disfrutar de los impresionantes pinares del entorno del río Eresma y, ya después de la cena, un cine-forum con la proyección de la película “Paisajes transformados” de Edward Burtynsky.
MIÉRCOLES 20 de julio de 2016
El último día del curso comenzó con la ponencia “Sistemas de transparencia ecológica: cálculo de la huella de carbono y otras huellas”, impartida por Dña. Elena Pellón de la consultora Solid Forest S.L. En primer lugar, la ponente repasó conceptos como el “Análisis del ciclo de vida” (definición, tipos de análisis, pasos a seguir y su evaluación), para centrarse posteriormente en el estudio y análisis de la “huella ambiental”, la “huella de carbono” y la “huella hídrica”. Así mismo, explicó en qué consisten y cómo se miden otro tipo de indicadores muy conocidos, como la “huella ecológica”. Pellón destacó las ventajas de la utilización de este tipo de medidas para favorecer un cambio de hábitos y actitudes hacia la conservación ambiental.
Seguidamente, D. Federico Velázquez de Castro (presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental) impartió la última ponencia del curso, titulada “Educación y ética ambiental”. En ella, el ponente llevó a cabo una síntesis de los principales problemas ambientales tratados en el curso, así como las causas que nos han llevado hasta ellos, para posteriormente realizar una serie de propuestas de cara a revertirlos. En este sentido, manifestó que la educación ambiental no es un capricho, sino una verdadera necesidad en el contexto de crisis ambiental de nuestros días.
Velázquez de Castro puso de relieve tres bloques principales en los que debe residir la actuación que nos lleve a un mayor cuidado de nuestro entorno: el institucional, el social y el personal. Incidió en que la gestión pública institucional es indispensable, pero a ella hay que sumar la dimensión comunitaria y, sobre todo, la dimensión personal. El cambio empieza en el individuo y luego debe trasladarse a las demás dimensiones. Destacó que a veces nos dejamos llevar por modas de consumismo sin sentido y que el individuo debe ser lo suficientemente fuerte para decir NO, y negarse a participar de aquello que es lesivo para la vida y para el medio ambiente. Recordó que es necesaria una mayor participación pública y que la sociedad civil tenga una posición crítica. En esta línea, indicó que la Educación Ambiental tiene esta vocación transformadora de hábitos y actitudes, pero sin dejar de lado los valores, que parecen ser los grandes olvidados de nuestra sociedad. Por ello, resaltó que la ética es hoy más necesaria que nunca.
A continuación tuvo lugar la exposición de los casos prácticos trabajados por los alumnos, divididos en 6 grupos de unas 5 personas. Tres de los grupos trabajaron un caso sobre las implicaciones que tendría en nuestro país la extracción de gas natural mediante Fractura Hidráulica o Fracking, mientras los otros tres estudiaron los dilemas éticos que suponen las granjas de visones para la venta de sus pieles y las consecuencias de las sueltas de estos animales que tuvieron lugar en algunas explotaciones gallegas. Finalmente tuvo lugar la entrega de diplomas y clausura del curso.